El 30 de enero de 2020, ante la magnitud de la epidemia de Covid-19, cuyo agente causal, un nuevo virus de la familia del coronavirus fue designado oficialmente SARS-CoV-2, la Organización Mundial de la Salud (OMS) declaró esta epidemia como una emergencia de salud pública de importancia internacional.
El objetivo de esta nota es presentar, en el marco de la lucha contra la Covid-19, el conocimiento científico sobre la persistencia del virus SARS-CoV-2 en superficies, con el fin de aclarar la importancia y el uso adecuado de diferentes desinfectantes para su mejor uso.
Diversos estudios, en condiciones controladas de laboratorio, muestran duraciones variables de persistencia del virus SARS-CoV-2 en superficies, en función de la naturaleza del material, temperatura y carga viral inicial.
Si bien no se puede excluir la transmisión del virus por las manos que afecta a estas superficies contaminadas, el uso de productos desinfectantes siempre debe ir precedido de limpieza y reservarse para situaciones particulares de riesgo, tal y como se define en las recomendaciones de biolimpieza de la OMS en el contexto de la epidemia de Covid-19.
El uso de dichos desinfectantes debe adaptarse al uso previsto, que debe llevarse a cabo en estricto cumplimiento de las condiciones de uso establecidas en la etiqueta con el fin de garantizar la eficacia y la ausencia de riesgos inaceptables para la salud y el medio ambiente.
Los estudios científicos disponibles muestran que, en condiciones de laboratorio controladas, el virus SARS-CoV-2 puede persistir en las superficies durante períodos de tiempo que varían según el sustrato, la temperatura, la humedad y la cantidad de virus inicialmente presentes. En el contexto de la epidemia de COVID-19, si bien no se puede excluir la infección por las manos que tocan superficies contaminadas, los desinfectantes solo deben usarse después de una limpieza exhaustiva de las superficies, y deben restringirse a situaciones de riesgo, tal como se definen en las variadas recomendaciones que ha hecho la OMS.
Además del modo de transmisión del virus SARS-CoV-2 a través de gotitas o aerosoles orofaríngeos emitidos por una persona infectada, con o sin síntomas, a una persona sana, durante la exhalación, el habla, la tos o los estornudos, la transmisión indirecta a través del contacto de manos contaminadas con la boca, la nariz o las membranas mucosas de los ojos se considera como para otras infecciones virales. La transmisión manual desde superficies recién contaminadas con secreciones orofaríngeas portadoras de partículas virales activas, aunque no esté clínicamente probada, no se excluye ni se considera improbable.
La hipótesis de la transmisión manual o aérea del virus SARS-CoV-2 desde superficies contaminadas ha dado lugar a un amplio uso incontrolado de desinfección en el contexto de una enfermedad viral pandémica. Al inicio de la crisis sanitaria, las compras de productos desinfectantes, incluida la lejía, tanto por particulares como por empresas, aumentaron exponencialmente (+120%).
Sin embargo el uso masivo e inadecuado de desinfectantes químicos puede conducir a accidentes domésticos. Expone al personal responsable del mantenimiento de los locales, a veces no o mal formado en las prácticas de la desinfección, las enfermedades profesionales, como la dermatitis o la rinitis alérgica, o los accidentes de trabajo a menudo relacionados con el desconocimiento de los productos utilizados. También puede crear dificultades de suministro para otras actividades esenciales, como la actividad hospitalaria o el tratamiento del agua. Su toxicidad y bioacumulación en el medio ambiente tienen efectos perjudiciales sobre la fauna y la flora, sobre la calidad del aire interior y sobre el desarrollo de resistencia a los agentes antimicrobianos.
El uso de desinfectantes se propuso tras la publicación de los primeros resultados de estudios experimentales que muestran la persistencia de coronavirus, y en particular el SARS-CoV-2 en superficies a inicios del 2020 dió pie a realizar cuatro estudios experimentales más, realizados en condiciones controladas de laboratorio, sobre la cinética de inactivación espontánea y la persistencia del SARS-CoV-2 en varios tipos de superficies mostrados en la siguiente tabla.
Tabla 1. Persistencia experimental de SARS-CoV-2 en diferentes tipos de superficies inanimadas.
Conclusiones.
Por tanto los resultados de estos 4 estudios experimentales muestran que la inactivación espontánea del virus SARS-CoV-2 en superficies depende de varios factores, como las condiciones de temperatura o humedad relativa, el tipo de superficie y el inóculo viral inicial.
Indican que el aumento de la temperatura, hasta 40 ̊C, reduce fuertemente la persistencia del virus en las superficies, mientras que el aumento de la humedad relativa, hasta un 65%, conduce a una menor persistencia del virus.
La disminución de la carga viral depende del tipo de superficie estudiada: las superficies no porosas, como el acero inoxidable, el plástico, el vidrio, el vinilo, promueven una mayor persistencia del virus (varios días) mientras que es más corto en materiales porosos, como el cartón o el papel (unas pocas horas). El virus también persiste más tiempo en las superficies cuando la carga viral es mayor.
Fuentes:
1. Van Doremalen N, Bushmaker T, Morris DH, et al. Aerosol and surface stability of SARS-CoV-2 as compared with SARS- CoV-1. N Engl J Med 2020 ; 382 (16) : 1564-7.
2. Chin AWH, Chu JTS, Perera MRA, et al. Stability od SARS-CoV- 2 in different environmental conditions. Lancet Microbe 2020 ; 1 (1) : e10.
3. Liu Y, Li T, Deng Y, et al. Stability of SARS-CoV-2 on environmental surfaces and in human excreta. J Hosp Infect 2021 ; 107 : 105-7.
4. Riddell S, Goldie S, Hill A, Eagles D, Drew TW. The effect of temperature on persistence of SARS-CoV-2 on common surfaces. Virol J 2020 ; 17 : 145.
5. Désinfection des surfaces et Covid-19. Environnement, Risques & Sante, [s. l.], v. 20, n. 3, p. 295–303, 2021. DOI 10.1684/ers.2021.1556.
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